jueves, 7 de junio de 2012

CAOI: No permitamos que la Consulta se reduzca a lo administrativo


No permitamos que la Consulta se reduzca a un procedimiento administrativo


La consulta es un tema transversal a todo aquello que pueda afectar a los pueblos indígenas y no puede reducirse a un procedimiento administrativo; debe ser un instrumento de lucha para la defensa de la vida, coincidieron en señalar los dirigentes de las organizaciones indígenas ecuatorianas que participaron hoy en el Conversatorio e Intercambio de Experiencias Indígenas sobre el derecho a la Consulta Previa, realizado por la CAOI  en Quito.

Si los Estados no abusaran y si el modelo económico no se basara solo en el extractivismo, este no sería un tema de discusión. La discusión nace porque sufrimos abuso y la imposición de un modelo de desarrollo ajeno a los pueblos indígenas”, señaló Humberto Cholango, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE).

Recordó que en la marcha del 22 de marzo la CONAIE presentó una  proyecto de ley de consulta previa a la Asamblea Nacional (CONAIE). E indicó que actualmente hay un debate sobre si se debe o no aprobar una ley de consulta. “Hay quienes plantean que una ley ayudaría a reducir la conflictividad con el Estado, otros señalan que la ley no es necesaria porque se trata de un derecho fundamental de cumplimiento obligatorio”, explicó.

La consulta, dijo,  no es solo para proyectos extractivos. Es un tema transversal a todo aquello que pueda afectar a los pueblos indígenas. Hay que tener en cuenta que los indígenas no solo vivimos en las comunidades, muchos han migrado a las ciudades y también deben ser consultados.

La consulta, agregó, es un mecanismo para democratizar las decisiones, que hasta ahora se toman desde el ejercicio del poder, desde un Estado uninacional y un modelo económico que afecta nuestros territorios. Y esta democratización a su vez combate la corrupción.

El presidente de la CONAIE subrayó que la consulta debe ser de buena fe y no se limita a votar por sí o no. Es un proceso con mecanismos de diálogo entre el Estado y las comunidades. Y destacó la importancia de seguir el debate y ver lo que sucede en los otros países respecto a este derecho.

Defensa de la vida

Delfín Tenesaca, presidente de la Confederación Kichwa del Ecuador (ECUARUNARI), advirtió de tres grandes peligros que se ciernen sobre los pueblos indígenas y el conjunto de la sociedad: la muerte lenta de la Pachamama, la del runa (ser humano) y la de los saberes y conocimientos ancestrales. “Las normas internacionales abren una esperanza de defender lo que está en riesgo, pero los Estados no las respetan”, anotó.

 

Puso como ejemplo que la consulta es para llegar a acuerdos, pero hasta ahora esto no es realidad. “Pedimos que las consultas sean vinculantes, pero los Estados no tienen voluntad política para cumplirlo porque están al servicio de las corporaciones multinacionales”, indicó.

Una preocupación de ECUARUNARI  es que el Ejecutivo sea colegislador, pues lo que se aprueba en la Asamblea puede ser vetado por el Ejecutivo.

Los pueblos indígenas ya tomamos una decisión: defender la Pachamama. Al runa, ser humano. A nuestros conocimientos y saberes ancestrales. Nuestra economía comunitaria para la vida. Nuestra identidad como pueblos indígenas”, concluyó Delfín Tenesaca.

Instrumento de lucha y unidad

Por su parte, Manuel Chuchillán, Presidente del Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicas del Ecuador (FEINE), dijo que las normas existen, pero son letra muerta, pues los recursos naturales se siguen entregando. “Los tratados internacionales dicen que la consulta es obligatoria, pero el gobierno dice que no es vinculante. Entonces, ¿para qué nos consultan?”, se preguntó.

Planteó debatir si es necesaria la ley o no. “Desde FEINE hicimos un ensayo. Nos preguntamos: si la consulta no va a ser vinculante, para qué. Entonces mejor hacer una consulta popular, que sí son mandatorias. Aunque tampoco se cumplen”, concluyó.


Luis Andrango, Presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Indígenas, Campesinas y Negras (FENOCIN), destacó que la articulación de las organizaciones indígenas es una respuesta a la ofensiva del capital, que se dirige a los bienes naturales que han sido históricamente protegidos por los pueblos indígenas.

La consulta no es un instrumento legal, es un instrumento político de lucha; no es un instrumento administrativo sino de fortalecimiento organizativo”, dijo. Recordó que en la lucha por el agua se demostró que, más allá de las diferencias existentes en el movimiento indígena, el agua unifica. En esa emergencia de lucha, de movilización de los movimientos sociales que respaldaban las propuestas indígenas, la respuesta del gobierno fue: “nos hemos olvidado de hacer la consulta pre-legislativa”. No porque creyera en la consulta sino para aplacar la convergencia de movilizaciones.

Lo primero que debemos preguntarnos, señaló el dirigente, es qué se consulta. No solo lo que atañe a los derechos colectivos. Porque eso avalará el discurso del gobierno de considerarnos como “minorías étnicas”. Lo segundo, a quiénes se consulta, porque pueden dividir a las bases y alejarlas de las dirigencias de sus organizaciones.

Nuestros retos, resumió el presidente de FENOCIN, son evitar que la consulta sea convertida en un instrumento político de división del movimiento indígena. Tenemos que dar una respuesta organizativa, realizar una movilización conjunta alrededor de la consulta pre-legislativa, que se pretende reducir a un instrumento administrativo.

Quito, 7 de junio del 2012
Comunicaciones CAOI
FOTOS: ONIC-ECUARUNARI

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